En la planta de Neu-Ulm, Tobias Brischar es responsable de montaje y terminación de autobuses. Al reformar las tres líneas de producción para formar solo una, ha dado un gran paso junto con sus 800 empleados en busca de aún más calidad y puntualidad de entregas.
Nuestro objetivo: la mejor calidad
Tobias Brischar, jefe de montaje en Neu-Ulm.
J efe de Montaje», se lee en la puerta, pero Tobias Brischar no se definiría como un jefe autoritario. «Mi tarea es más bien la de un entrenador: hacer el planteamiento acertado en el momento acertado y aprovechar las ideas y destrezas de los jugadores para lograr el objetivo». Poner en marcha algo en fabricación requiere, justamente, trabajar en equipo, destaca este suabo de 48 años. «En equipo somos claramente más listos que individualmente».
Y Tobias Brischar y su equipo han puesto muchas cosas en marcha. Durante los últimos tres años, la fabricación de autobuses en Neu-Ulm ha cambiado de arriba a abajo. Empezaron trabajando con tres líneas de montaje paralelas, hoy una única línea recorre la nave en un ordenado zigzag. Donde antes trabajaban grupos de montadores clasificados por especialidad, hoy se abordan en 45 estaciones distintas tareas que puedan resolverse idealmente en ciclos de 45 minutos. Así se ahorra tiempo y trayectos y se evitan acciones innecesarias.
«En equipo somos claramente más listos que individualmente.»
En otro aspecto se nota también claramente el cambio: en vez de despachos acristalados, hoy hay un espacio abierto donde los expertos están siempre disponibles para las consultas de la plantilla. «Aquí construimos unos 100 autocares a la vez. Todos los días hay cuestiones más o menos importantes que aclarar, desde preferencias especiales de clientes hasta una equivocación en un tornillo», explica Brischar. «Antes, un empleado se ponía a buscar el componente que faltaba. Hoy analizamos de inmediato en equipo el problema hasta que resolvemos lo que lo causa».
«Neu-Ulm es una de las fábricas más innovadoras dentro del esquema de fabricación de EvoBus.»
Más mejoras se esperan aún para el año en curso a raíz de los cambios realizados en control de calidad y análisis de errores. «Buscamos una cultura nueva —refiere Brischar—. Se trata de hablar sobre los errores y resolverlos, en vez de encubrirlos». El jefe prevé que con ello detectarán antes los errores, evitando fallos resultantes y en serie.
El proyecto «Reordenación del montaje» estará concluido para finales de 2018. Como objetivos esenciales, Tobias menciona más puntualidad de entregas, mayor calidad y más eficiencia: «Nunca debemos perder de vista al cliente, que espera su vehículo con calidad de primera entregado en la fecha prometida». Visiblemente complacido, refiere ya primeros éxitos del proyecto: «Llevamos desde septiembre de 2017 sin retrasos».
«El reajuste de la fabricación en la planta de Neu-Ulm —reconoce Brischar— ha sido sin ninguna duda mi mayor reto de los últimos años». Seguro que le ha ayudado en la tarea su formación como licenciado en pedagogía: «Un proyecto así exige mucha comunicación, mucha motivación y dirigirse directamente a la persona. Además del compromiso de todos los implicados». O sea: alguna que otra hora extra. Y, sin embargo, este padre de familia, corredor entusiasta y músico aficionado encuentra aún tiempo para ensayar y actuar con su grupo de versiones acústicas. Tobias Brischar, pues, se mueve en su elemento también a la hora de organizar el ocio. A fin de cuentas, hacer música depende también de tener un equipo armonioso que funcione bien.